Tras las sublevaciones mudéjares
de 1499, se hizo necesario la construcción de un gran número de iglesias por
toda la zona sublevada, la cual incluía a Vélez Blanco. Sin embargo, no bastó
con solo una, pues se hizo otra más, pero esta última tuvo una historia mucho
más accidentada de la que pueda parecer, pero no precisamente por lo que uno
pueda pensar al principio…
La primera de las dos iglesias
que se hicieron fue la Iglesia de la Magdalena, la cual se construyó sobre los
cimientos de la recién demolida mezquita del pueblo. La obra empezó en 1512, pero
su fecha de conclusión se desconoce. Fue el lugar de reposo habitual de los
cristianos viejos de Vélez Blanco durante décadas. Sin embargo, la estructura
se deterioró sobremanera, con unas condiciones lamentables ya en 1585. Se
reconstruyó a mediados del siglo XVII, pero, tras esta, no hubo más
reconstrucciones, por lo que no es de extrañar que en 1822 se desplomase por
esta falta de reparaciones. A partir de este momento, la iglesia permaneció totalmente
en ruinas, situación en la que aún sigue hoy.
Sin embargo, es la otra iglesia,
la de Santiago, la que tiene una historia mucho más accidentada detrás de sí.
Para empezar, el motivo que el Marqués dio para su construcción (el que la
población de cristianos viejos en Vélez Blanco seguía creciendo) no estaba del
todo claro, con algunos testigos de la época ya argumentando que no tenía
ninguna función más allá de dar lustre a esta villa de Vélez Blanco. Pero el
principal problema que plagó la historia de la iglesia de Santiago fue, sin
duda alguna, el de los continuos pleitos entre el clero y la villa contra los
marqueses de Vélez; sí, en plural, porque esta materia se alargó incluso hasta
el IV Marqués, ya en el siglo XVII. De hecho, a la muerte del I Marqués, la
iglesia estaba aún sin terminar, para lo cual había que esperar aún hasta poco
antes del estallido de la rebelión morisca de 1568. Pero esto no supuso la
compleción de las obras en ella, por paradójico que pueda parecer, pues el
obispado demandó otras que tan solo pudieron verse realizadas en 1590. Esta
iglesia, a diferencia de la de la Magdalena, no solo no llegó a sufrir de esas
condiciones de deterioro casi total, sino que, tras su compleción, se convirtió
en la iglesia principal del pueblo de Vélez Blanco hasta nuestros días, siendo
también el lugar donde, actualmente, reposan los restos de los dos primeros
marqueses de los Vélez.
Enlace a álbum con fotos de las ruinas de la iglesia de la Magdalena y de la lápida de los marqueses en la iglesia de Santiago, sacadas de Roth, D. (2017). La construcción de las iglesias de Vélez Blanco y el traslado de los supuestos restos mortales del primer y segundo marqués de los Vélez. In J. P. Díaz López (Ed.), La Historia de Almería y sus historiadores: centenario del padre Tapia (pp. 386, 400). Almería, España: Instituto de Estudios Almerienses.
Enlace a álbum con fotos de las ruinas de la iglesia de la Magdalena y de la lápida de los marqueses en la iglesia de Santiago, sacadas de Roth, D. (2017). La construcción de las iglesias de Vélez Blanco y el traslado de los supuestos restos mortales del primer y segundo marqués de los Vélez. In J. P. Díaz López (Ed.), La Historia de Almería y sus historiadores: centenario del padre Tapia (pp. 386, 400). Almería, España: Instituto de Estudios Almerienses.
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