sábado, 4 de enero de 2020

Los Fajardo: ¿quiénes eran?

La Casa de los Vélez no surgió de la nada un día con el título de marqueses bajo el brazo; de hecho, para poder entender la figura del Marqués en sí, antes hay que hablar un poco de la historia del linaje de los Fajardo, una familia poderosa e importante en el reino de Murcia.


HansenBCN (2008). Escudo de Marqués de los Vélez [dibujo]. Recuperado de https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Escudo_Marqu%C3%A9s_de_los_V%C3%A9lez.svg



La casa de los Fajardo fue una de las familias más poderosas del reino de Murcia, para cuyos orígenes nos podemos remontar a incluso antes del siglo XIII, fecha en la que se sabe que los originarios de esta casa cambiaron su apellido de Suárez al de Fajardo. Sin embargo, es tras 1383 cuando este linaje cobra un aspecto de importancia mayúscula, pues es en esta fecha cuando a Alfonso Yáñez Fajardo se le otorgó el título de Adelantado del reino de Murcia (no hay que confundirlo con su homónimo, que lo fue entre 1424 y 1444). ¿Qué suponía eso? Pues suponía que, a partir de este momento, los Fajardo iban a ser inseparables de la frontera. O lo que es lo mismo: la frontera murcianogranadina no se podrá entender sin el papel de esta familia, cuyo poder seguirá creciendo sin pausa hasta el extremo de que, en tiempos de la crisis de poder de Enrique IV, con el adelantamiento de Pedro Fajardo Quesada, en el reino de Murcia (y otros dominios de los Fajardo) prácticamente no reconocían la figura del monarca, tal era la autoridad que ejercían los miembros de esta familia.



https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/c/cb/ENRIQUEIV.jpeg
Miniatura de Enrique IV de Castilla, apodado "el Impotente" [fotografía]. Recuperado de https://commons.wikimedia.org/wiki/File:ENRIQUEIV.jpeg. Su época fue una de gran crisis política que posibilitó el empoderamiento de los Fajardo en Murcia.

Sin embargo, nada dura por siempre, y el inmenso poder de los Fajardo decaerá tras la muerte de Pedro Fajardo, al morir sin descendencia más allá de su hija, Luisa Fajardo. Sin embargo, en absoluto quiere esto decir que su poder se desvaneciese de la noche a la mañana; simplemente es que la autoridad que ejercía se redujo a un nivel más asumible por la monarquía. Que al adelantado solo le restara como heredera su hija mayor tras la muerte de su único hijo varón, fallecido a los 3 años de vida, supuso que no tuvo más remedio que concertar su matrimonio ese mismo año con un noble de menor alcurnia de una casa de menor relevancia, pero que era un servidor leal a la reina Isabel I: Juan Chacón, futuro padre del I Marqués de los Vélez e impulsor de la obra de la Capilla de los Vélez en la catedral murciana.

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