sábado, 4 de enero de 2020

Un poco de Pedro Fajardo y Chacón: ¿quién es, exactamente?



Ahora sí que estamos hablando de Pedro Fajardo y Chacón, ¡al fin! Pero aún no vamos a hablar de todo sobre él, no. Vayamos por partes, porque si hay que hablar de todo lo que hizo podríamos estar aquí una eternidad.

Para empezar, nuestro futuro marqués nació y se crio en la corte de los Reyes Católicos, y ya desde joven dejaba ver que, a diferencia de lo que uno pudiese pensar, él no estaba tan atraído por las historias de grandes hazañas en la frontera de sus antecesores, sino que era un individuo más reposado y calmado, más centrado en cultivarse que en batallar. Tuvo como preceptor durante su juventud al lombardo Pietro Martire d'Anphiera, a quien le comunicaba en varias cartas (escritas en latín, además) que él prefería el estudio de las humanidades que las batallitas de sus antepasados contra los musulmanes.
Sin embargo, aunque su interés humanista no desapareció completamente, sí que se vio en cierta forma reemplazado tras su adopción del título de adelantado mayor en 1503, tras la muerte de su padre en Alcalá de Henares. Ya se pudo ver esto en cierta forma con su marcha a ayudar a sofocar la primera revuelta en las Alpujarras en 1500, donde se distinguió en el campo de batalla por su liderazgo y valentía, lo cual le dio un prestigio que, como le dijo su preceptor, “afirman los que esto entienden que esta hazaña tuya sobrepasa a las de otros generales, no tanto en razón de su brillantez cuanto por motivo de tu juventud y tu reciente actuación en la guerra. pues así te comportas apenas salido de la cuna. mientras que ellos son veteranos y con una larga práctica".

Weiditz, C. (1529). “Los moriscos en el reino de Granada, dando un paseo en el campo con mujeres y niños”, del conocido como Tratenbuch [dibujo]. Recuperado de https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Weiditz_Trachtenbuch_105-106.jpg. El rol fronterizo de Murcia y los Fajardo volvió a la luz con las revueltas de los moriscos de las Alpujarras en 1500 y 1568.

Sin embargo, esto no le salvó de que, tras asumir el cargo de Adelantado Mayor, la reina Isabel le exigiese la devolución de Cartagena, que aún seguía bajo su dominio. En el fondo, esta no dejó de ser la intención de la Corona castellana desde la boda de Juan Chacón, que vio así una forma de, a la larga, reintegrar la plaza fuerte a la propiedad de la monarca. Pero su “sacrificio” no le salió sin beneficio a nuestro Marqués, ya que, a cambio de dejar ir esta ciudad, se le otorgaron otras posesiones territoriales, destacando dos que se les arrebató a los musulmanes en la campaña de 1488, dos ubicaciones que, en última instancia, son casi tan importantes para nuestro personaje como la misma Murcia: Vélez Blanco y Vélez Rubio. El porqué de su importancia debería ser obvio, si tan solo por el título que ostentó durante el resto de su vida y que aún hoy en día sigue existiendo (aunque obviamente con una muy menor importancia y, además, ligado actualmente al ducado de Medina Sidonia): el Marquesado de Vélez.
Y la importancia de Vélez Blanco no es solamente por ser el topónimo de su título nobiliario, precisamente. En este municipio es donde el Marqués edificó la que puede calificarse como su magnum opus, el castillo de Vélez Blanco, remodelando así el viejo castillo musulmán, así como varias iglesias en esta zona, donde se le enterró finalmente tras su muerte. Quizás se podría hablar también de la capilla de los Vélez, pero en verdad fue más obra de su padre que suya, si bien fue el quien la terminó en 1507.

https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/2/2e/Met%2C_patio_from_the_castle_of_v%C3%A9lez_blanco%2C_01.JPG
Sailko (2010). Patio del castillo de Vélez Blanco en el Metropolitan Museum de Nueva York. Recuperado de https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Met,_patio_from_the_castle_of_v%C3%A9lez_blanco,_01.JPG. Ya hablaremos en otro momento de por qué el patio de un castillo español está en un museo norteamericano; y la escultura expuesta no formaba parte del conjunto original, se trata de una obra del italiano Cristoforo Stati llamada Orfeo.
Como dato curioso, su abuelo, Gonzalo Chacón, sobrevivió hasta un año después de la finalización de esta obra, por lo que pudo ver así finalizada la magna construcción en la que, posiblemente, tuvo bastante que ver su inspiración con la capilla de don Álvaro de Luna en Toledo, como ya dijimos en otra entrada.

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